Es por todos conocido que el Perú es un país rico en flora y fauna. Sin embargo, no hemos hecho mucho para resaltar la importancia que tiene su conservación. Es así como, vemos a la vicuña, camélido que forma parte de nuestro escudo nacional, animal que representa la fauna autóctona del Perú, en riesgo de morir debido a que, quienes viajan por el trayecto que cruza la Reserva de Salinas y Aguada Blanca, arrojan desde las ventanas de los buses o camiones, basura sin importarles las consecuencias que esto puede traer en las vicuñas, que confunden la basura como alimento.
Es momento de crear conciencia, darle importancia a la educación cívica en los colegios, transmitir a grandes y pequeños que debemos respetar el medio ambiente, y no ser tan egoístas e irresponsables, al punto de no poder conservar un desperdicio en una bolsa, en lugar de botarlo al hábitat de quienes no son capaces de reclamarnos, pero si de quienes nos permiten gozar de su presencia y nos ofrecen sus pelajes como forma de subsistencia.
Es también, momento de sancionar a quienes son indolentes, a reprochar a la persona que tenemos a lado y que se atreve a lanzar basura. Basta del silencio cómplice, que permite estos atropellos y que no encara con valentía a quien agrede el medio ambiente y a quienes habitan en él.
El Perú será más grande cuanto más cuidemos de él. No basta sentirnos peruanos y expresar nuestro nacionalismo en cada triunfo de la selección de fútbol, sino también, seremos reales peruanos cuando aprendamos a amar al Perú y a todo aquello que lo representa.
© 2018 Enrique Villafuerte Alvarado