Sin lugar a dudas, todos nosotros esperamos con muchas ansias la culminación de la cuarentena que, nos tiene secuestrados en nuestras casas, expuestos a las noticias sobre este virus que contagia y contagia sin piedad alguna, sin distinguir, nacionalidades, credos, géneros ni situación social o económica.

En esta espera que nos presenta mucha incertidumbre y que se aproxima a su conclusión, todos nos estamos preguntando qué nos espera después de la finalización de este estado de emergencia?.

Damos por descontado que nuestras formas de comunicarnos van a variar, adoptaremos formas intensivas en la higiene personal ante este COVID 19, el uso de mascarillas – en algunos casos guantes -como parte de nuestro vestir, que harán de nosotros seres humanos menos expresivos y desconfiados, dejando de lado, gestos como abrazos y besos que han sido culturalmente nuestra manera de comunicar nuestros sentimientos y afectos. Privilegiaremos lo virtual a lo presencial, y en ello el internet, la conectividad y las tecnologías de la información tomarán especial protagonismo.

La distancia social será, indudablemente, una manera de interacción que asumiremos como  una conducta válida  de protección y evitaremos intuitivamente las aglomeraciones por el miedo al contagio. Ambas, la distancia social y nuestra aversión a la aglomeración nos llevará a ser reflexivos y selectivos al momento de tomar un servicio.

Es así que, al decidir por un restaurante, cafetería o bar, pensaremos en la posibilidad de un delivery o si escogemos acudir en forma presencial a estos lugares, buscaremos aquel que cuente con espacios ventilados y pulcros que nos inspire confianza sobre las condiciones sanitarias en que desarrollan sus actividades en sus cocinas y mostradores. Nuestra preferencia también, estará orientada a los  negocios con lugares ordenados y espaciosos que restrinjan su aforo al 50% evitando así los tumultos o aglomeraciones de personas.

De igual forma, cuando nos animemos a viajar y tengamos que elegir un hotel, éste deberá contar con protocolos de seguridad, desde el ingreso de sus clientes, interacción con sus servicios, limpieza y preparación de alimentos.

Es así que, aquellos hoteles que cumplan con las disposiciones sanitarias, y que cuenten con aforos reducidos, medidas de seguridad sanitarias, personal capacitado para llevar a cabo estas medidas de manera responsable y permanente, tendrán la importante labor de recobrar la confianza de los viajeros.

Hay que reconocer que, recobrar esta confianza y vencer el temor de las personas para que opten por estos servicios, es una tarea gremial, y quienes desarrollan estas actividades  deben ser conscientes que la más simple evidencia de un traspiés en la ejecución de estas medidas resonará en todos los medios y podría echar a perder la tan anhelada recuperación de esta confianza.

Los restaurantes y hoteles deberán comprometerse a garantizar la salud de sus clientes y pasajeros de manera de asegurarles que llegarán de regreso a casa sin el temor de un posible contagio.

Gran tarea..!!!

Enrique Villafuerte Alvarado