Las formidables peleas de toros en el palacio del loncco
Por: Juan Guillermo Carpio Muñoz
La tarde del domingo 21 de agosto del 2016 se ha inscrito como una tarde histórica para Arequipa y su cultura popular por muchas y brillantes razones que encandilaron a las diez mil personas que tuvimos la suerte de ser sus testigos.
En primer lugar porque la ciudad de Arequipa ha podido lucir, en su mejor expresión, un nuevo templo de la afición popular a las peleas de toros: la cancha del Complejo Recreacional de la Asociación de Criadores, Propietarios y Aficionados a los Toros de Pelea de Arequipa (ACPATPA) ubicado en El Pasto, pago de Socabaya. Como el nombre de este recinto, que acabo de mencionar, es tan largo y de difícil recordación, propongo a mis queridos amigos de la ACPATPA que lo bauticemos como: El Palacio del Loncco, porque, además, es ya la más estupenda mansión del chacarero arequipeño que con orgullo le llamamos loncco.
Esa soleada tarde El Palacio del Loncco albergó en sus tribunas a diez mil aficionados cómodamente instalados, con una playa de estacionamiento propia ocupada por ochocientos vehículos, con baños portátiles, alumbrado, imponente cerco perimétrico de más de mil cien metros lineales, pista de acceso, etc. Lo digno de admiración es que los directivos y socios de la ACPATPA vienen construyendo esta formidable obra con diligencia que nos recuerda a sus antecesores que hicieron las andenerías de nuestra campiña. Mi aplauso a la directiva actual que preside Félix Medina Linares por haber hecho, con honradez y mucho esfuerzo, la nivelación del terreno, el cerco perimétrico, la playa de estacionamiento, llevado el alumbrado, etc. Mi aplauso también a las directivas anteriores presididas por Evaristo Calderón Núñez y Edwin Gómez Manrique que con sacrificios mil levantaron las tribunas que se lucieron repletas de aficionados por primera vez esa tarde y, dicho sea de paso, que en los próximos años proyectan ampliar al doble (para veinte mil aficionados). Tienen pensado, además hacer piscinas y una serie de ambientes para el entretenimiento de los socios de la ACPATPA y sus amigos. Sé que lo harán porque los lonccos son de los arequipeños más laboriosos.
La tarde del domingo 21 de agosto del 2016 fue una tarde histórica también, por las inolvidables peleas de toros que se dieron en El Palacio del Loncco. Todo el programa fue brillante, los astados de las doce peleas disputaron el triunfo como titanes mientras los enfervorizados espectadores gozábamos de nuestro espectáculo favorito, que fue creado por nuestros abuelos mestizos que supieron convertir la afición de sus ancestros españoles por las corridas de toros, en este espectáculo único que es una contribución de los lonccos a la identidad de Arequipa y a la diversidad cultural de la humanidad.
La pelea entre Loco Sentimiento de Jesús Ojeda Tapia de Socabaya y Loco Gamboa de Mario Zegarra Cárdenas de San Isidro, La Joya, fue la mejor pelea no solo de esa tarde, sino de los últimos siete años. Ese toro negro con jaspes colorados (Loco Sentimiento) como una centella arremetía contra Loco Gamboa que, como un rayo parecía encender los jaspes colorados de su oponente. Fue un combate “técnico” de cocacheo y puntazos sin tregua de dos estupendos combatientes, que ganó Loco Sentimiento que fue vitoreado como el Campeón de la Ciudad de Arequipa 2016 (categoría medianos) mientras lucía el Astero de Plata.
También fue memorable la definición del Campeón de Campeones 2016 entre Indio Blanco de Justo y Augusto Velarde de Alto de Amados, Sachaca, y Rata Blanca de Olger y Esther Rodríguez de Yarabamba. Estos dos astados empataron en abril del 2016 y ahora se jugaron el desempate. La magnífica pelea fue intermitente y extensa por las características especiales del estilo de pelea de los contendientes: Indio Blanco que no remata o no da la embestida final a sus peleas cuando las tiene prácticamente ganadas y Rata Blanca que, cuando se duele se retira, dando la apariencia que ya se va y perdió, pero no, se para, lo piensa y regresa y acomete con brío. Ganó Indio Blanco.
Por falta de espacio no detallo alguna peripecia de los otros combates que fueron también la delicia de los aficionados. Chinchucho, de César Vizcarra de Cayma ganó a Tuareg de Exequiel Medina Lazo de Socabaya; Chapo Wayrapampa de la familia Perea Jiménez de Paucarpata derrotó a Timbita; empataron: Pacquiao de Edgar Arenas de Huasacache, Socabaya, y Chalaco de Noé Núñez Polar de Sabandía; Niño Tamakún de Javier Álvarez de Bellapampa, Socabaya, venció a Millón de Amigos de Alex Cornejo de El Cural; Matador de José Medina Lazo de Socabaya ganó a Odiseo de Lázaro Herrera Carpio de Characato; Retrocarga de Edy Apaza Zegarra de Socabaya derrotó a Amuleto de Goyo Bedregal del Tronchadero, Cayma; Gran Valentino venció a Genio Maldito; D´artagnan ganó a Embajador; El Mejicano doblegó a Orgulloso Corazón; y Rey Manolo de Juan Salas y Elías Riveros de Characato se proclamó Campeón de la Ciudad de Arequipa 2016 (categoría pesados) al ganar a Pajarito Negro de Fabián Bedregal y Walter Chaguada de Cayma, Irrigación Majes.
Pocos pueblos y ciudades del mundo, como Arequipa, se pueden dar el lujo de construir y llenar con miles de espectadores recintos en que se verifican espectáculos inventados o creados por ellos mismos.
DATO
Por estas y otras razones, cuando entonamos el Himno de Arequipa presididos desde el centro de la cancha por la Directiva de ACPATPA y los señores alcaldes de Arequipa, Socabaya, Hunter, Characato, Bustamante y Rivero, Uchumayo y Yarabamba, pudimos cantar a Arequipa por su aniversario y a pleno pulmón: “…porque siempre tendrás juventudes que renueven laureles de ayer”.
Fuente: El Pueblo El Diario
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